jueves, 1 de mayo de 2014

Desafío de álbum de fotos literario: Día 11

Un clásico

Siguiendo en el desafío de fotos, ahora les presentamos un clásico, que no sé si se refiera a un clásico cualquiera o uno de mis clásicos. A efecto de que creo es lo segundo, les coloco un libro que me hizo enamorar de la poesía:



Si bien Mio Cid no es un poema como de amor o esas cosas, sino más bien un romance ( y me refiero a los poemas narrativos de una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.), que nos relata las aventuras de un caballero desterrado que para recuperar su honor va a la conquista de Valencia para rescatarla de los moros+ otras aventuras, motivo por el cual me atrajo desde que tenía 12 años.
La historia de como llegó a mis manos es muy curiosa:
En la secundaria nos pedían llevar libros para el rinconcito de la lectura del salón y pues a alguno de mis compañeros se le ocurrió llevar un ejemplar de este libro. Obviamente, no había mucha gente en el salón que leyera y mucho menos este tipo de lecturas, por lo que el libro quedó olvidado hasta que me topé con él un día que me acerqué al rinconcito de lectura (como le hacía todos los viernes) y se  me cayó este libro que comenzaba a deshojarse.

Si bien el título lo identifiqué porque en el libro de texto de lecturas de sexto de primaria venía el inicio del poema (adaptado para que lo leyera un niño de 12 años), lo que me llamó más la atención es que tenía una hoja con español antiguo y otra con su respectiva traducción, y pues me emocioné. Así que comencé a leerlo ávidamente como buena niña lectora y el ritmito que tenía tanto en español antiguo como la traducción era tan exquisita que me enamoré de este tipo de poesía (y así siguió mi delirio por leer más escritos de ese estilo, como "La Divina Comedia"). Dejé el libro en el estante una vez que lo terminé (por regla generarl o si no, nos multaban) y tardé un poco para encontrar una edición parecida hasta que lo vi en una librería de Fondo de Cultura Económica en la ciudad de México. Y, por supuesto, es el de la foto.
Los dejo con un pasaje (de mis favoritos y uno de los más citados, por supuesto):

Estaba el Cid con los suyos en Valencia la mayor
y con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión.
Acostado en un escaño dormía el Campeador,
ahora veréis qué sorpresa mala les aconteció.
De su jaula se ha escapado, y andaba suelto el león,
al saberlo por la corte un gran espanto cundió.
Embrazan sus mantos las gentes del Campeador
y rodean el escaño protegiendo a su señor.
Pero Fernando González, el infante de Carrión,
no encuentra dónde meterse, todo cerrado lo halló,
metióse bajo el escaño, tan grande era su terror.
El otro, Diego González, por la puerta se escapó
gritando con grandes: "No volveré a ver Carrión."
Detrás de una gruesa viga metióse con gran pavor
y, de allí túnica y manto todos sucios los sacó.
Estando en esto despierta el que en buen hora nació
y ve cercado el escaño suyo por tanto varón.
"¿Qué es esto, decid, mesnadas? ¿Qué hacéis aquí alrededor?"
"Un gran susto nos ha dado, señor honrado, el león."
Se incorpora Mío Cid y presto se levantó,
y sin quitarse ni el manto se dirige hacia el león:
la fiera cuando le ve mucho se atemorizó,
baja ante el Cid la cabeza, por tierra la cara hincó.
El Campeador entonces por el cuello le cogió,
como quien lleva un caballo en la jaula lo metió.
Maravilláronse todos de aquel caso del león
y el grupo de caballeros a la corte se volvió.
Mío Cid por sus yernos pregunta y no los halló,
aunque los está llamando no responde ni una voz.
Cuando al fin los encontraron, el rostro traen sin color
tanta broma y tanta risa nunca en la corte se vio,
tuvo que imponer silencio Mío Cid Campeador.
Avergonzados estaban los infantes de Carrión,
gran pesadumbre tenían de aquello que les pasó.

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