viernes, 31 de octubre de 2014

Carrie y los efectos del Bullying

Corría el año 2004. Unas amigas y yo nos habíamos volado la clase de Física como cada martes porque simplemente no nos agradaba esa materia y mucho menos el profesor, que explicaba pero no explicaba. Así que preferíamos escaparnos por lo menos una vez a la semana para liberarnos del sopor que nos causaba aquel profesor con su voz.
Recuerdo que se acercaban los segundos parciales,pero ya veríamos como estudiar las clases que nos habíamos saltado. Por ello, nada nos preocupaba aquella tarde, mientras caminábamos por las callecitas que se encontraban en la escuela.
Una de mis amigas preguntó que si queríamos ir a la Comercial Mexicana a ver qué cosas había. Como teníamos mucho tiempo libre, decidimos ir.
Cuando llegamos a la Comercial, cada quien jaló para la sección donde le apetecía. Yo, por supuesto, me quedé donde se encontraban los libros. Quería ver qué novedades había y a ver si de pura casualidad podía leerme uno en lo que daba la hora. Estuve husmeando y hojeando varios libros hasta que lo vi: "Carrie, de Stephen King"
Con esta portada:



No sé bien que me llamó la atención, tal vez fue la posición de la mano, tal vez fue que recordé haber visto un pedazo de la película en mi infancia, a lo mejor fue la sinopsis. Sólo recuerdo que abrí el libro a la mitad (costumbre arraigada ya desde ese entonces para saber de qué trata) y me quedé picada.
De antemano, ya se había dicho mucho sobre la historia, pero curiosamente empecé en la parte del baile, donde le tiran sangre a Carrie y ella empieza a manipular las cosas con su mente para vengarse: una escena que saboreaba porque me recordó mis años de secundaria, de cuando yo quería aventar a mis compañeros cada vez que me hacían burlas o me aventaban cosas o me hacían que tropezara el pie.
Carrie era mi heroína.

Seguí y seguí, pero sabiendo que no me quedaba mucho tiempo, me salté hasta casi el final, donde Carrie se enfrenta con su mamá. Entendí a Carrie, aunque no sabía bien de que iba la historia. Y en eso andaba, leyendo como llega a casa cuando una de mis amigas me pellizcó.
- ¡Ale! ¡Vámonos, qué ya se nos hace tarde!
Salí de mi estupor. Me decidí a ver el precio del libro para saber cuánto tiempo debía ahorrar (pues mis padres no les gustaba darme dinero para comprarme libros "insanos") y me desanimé. En ese entonces, $180 pesos se me hacía mucho. Pero me dije que debía conseguirlo y leerlo tarde o temprano.
Carrie se quedó conmigo, aunque fuera incompleto. Tanto así que varias canciones de AFI (aún no sé porque) me recordaron a Carrie y parecían llenar ese pedazo de la historia que no alcancé a leer. Hubo una en especial, que fue:

Pasaron los años y a pesar de que en la carrera nos hacían leer varias cosas, yo buscaba en  cada semestre que en la biblioteca pudiera encontrar Carrie. O que en las librerías me la vendieran en lo que iba por los libros de cajón. Pero se me resistió en esa época. Tuvieron que pasar ocho años desde aquel primer llamado para que pudiera comprarlo.
Cuando ya empecé a trabajar, en el centro de la ciudad de Toluca, me iba a ver libros a Grand Plaza Toluca (todavía lo hago, de vez en cuando). Casi me había acabado la quincena. Y me estaba diciendo que por nada del mundo me compraría un libro, que sólo iría a ver.
Pero ahí estaba. Entre los estantes. Carrie, viéndome con su ojo verde... en su nueva edición:


Era como si me llamara de nuevo.
No me pude resistir. Había esperado tantos años para tenerlo entre mis manos que de inmediato lo agarré de la estantería y pagué. Obviamente me lamenté hasta la próxima quincena pero me consolaba que lo leería pronto y valdría la pena.
En ese entonces tenía una horrible resaca por leer tanta novela juvenil que nomás lo guardé en un cajón ¡Por dos años! Y cada que abría el cajón, ahí estaba Carrie, viéndome con su ojo, como si me dijera "'¿ya me vas a leer?" Me dio miedo el ojo una vez, que hasta lo escondí.
En fin, hice mi lista para este año y fue así como me decidí a ya no tenerla guardada. Claro que le puse muchas expectativas, digo, con eso de que ya había leído un pedacito que me clavó, más los años de espera causaron esa sensación.
La verdad, es que no me arrepiento. Siento que hasta el libro fue mucho mejor de lo que imaginé.

Siempre ha habido acoso escolar
Ya entrando a lo que nos compete, después de mi introducción megalarga, creo que el caso de Carrie bien puede llamar la atención en ésta época donde se ha hecho mucho énfasis al bullying escolar. No es que esté en contra de tanta propaganda, pero es feo que una que haya sufrido el acoso escolar (como en realidad debe llamársele), no le hayan prestado tanta atención en ese entonces como ahora. Y Carrie es el claro ejemplo de ello. Yo creo que por eso hicieron una película hace  un año, con todo lo que ha implicado el uso de lo de los celulares y la tecnología.
Pero como lo dice mi subtítulo, el acoso escolar siempre ha existido. Siempre ha habido un compañero a quien se molesta por su forma de vestir, actuar, hablar o simplemente porque parece no encajar en el círculo. Se dice que es por envidia, juego, etc. El bulleado (o acosado) trata de no darle mucha importancia porque cree que sólo así puede entrar al círculo, pero a la vez, lo hace sentir inferior.
Cree que no sirve para tal o cual actividad, que es feo, que nadie lo va a querer si no hace tal cosa, etc. Entonces empieza a alejarse o enfrenta las cosas. Creo que Carrie fue más el primer lado.
Cuando el acosado se aleja, se protege. Y aunque trata de no darle importancia, resulta (por muy irónico que parezca) que más lo molestan a uno. Es como si se volviera vulnerable...
(todo esto lo voy colocando de acuerdo a mi experiencia como chica bulleada).
Hay veces que una acción puede causar el acoso escolar. Si bien, a mí me molestaban en la secundaria porque tenía arranques de cólera cuando me quitaban mis cosas, el verdadero causante fue que yo no le creí a una compañera que uno de mis otros compañeros quería conmigo. Entonces me empezaron a decir que era monja, santa, y bueno... otra sarta de cosas que derivaron en casos muy tremendos (afortunadamente, a los golpes no) que de recordarlos, me regresa ese coraje.
Y bueno, comparándolo con Carrie, todo empieza a partir de que le llega el periodo, si bien siempre fue objeto de burlas, pero aquello nunca lo olvida porque no hay nada más traumante (creo yo) que todos se enteren que ya tienes el periodo y manches la ropa (o lo que sea).
Antes, recuerdo bien y creo que puede verse en la novela de Carrie (y en las películas), que los profesores poco o nada se metían. Y si lo hacían, a veces ayudaban al acosado o se volvían parte de las burlas. Era horrible cuando se volvían parte de las burlas. Era como si creía que ayudaban pero en realidad, sólo empeoraban la cosa.
Esto ya conllevaba a tomar otras actitudes.

Lo qué puede causar el acoso escolar
En mi experiencia, sé de antemano que puede desarrollar una misantropía hacia la mayoría de la gente, aparte de que se siente uno solo y que no sirve para estar en este mundo. Lo primero hace que quieras matar a todo mundo y lo segundo te lleva a pensar en ideas suicidas, aunque sé que hay casos de chicos que se han suicidado por ser acosados. Rompen totalmente con su autoestima.
En Carrie, vemos lo primero. Algo que en cierto modo, me pasó a mí. Acumuló tanto rencor hacia las compañeras que la molestaron durante tantos años que un día estalló. Le ayudaron los poderes telekinéticos que descubrió (y es curioso, pero yo también soñaba con tener poderes telekinéticos para aventar a mis compañeros) para darles su merecido. Desde mi punto de vista, un merecido bien tenido, aunque para algunos injusto (Tommy, por ejemplo, sólo cumplía con lo que le pidieron y los vecinos de Chamberlain), pero bueno, a veces el rencor no mide.
Otra de las causas que pueden derivar el acoso escolar es que una persona no crea en sí misma y siempre viva a la expectativa de lo que piensen los demás de ella. Claro, a veces también termina en suicidio.
En mi caso personal, si me desmotivó y si llegué a tener ideas de suicidio (pensaba, ¿quién quiere a una chica de baja estatura que ni parece bonita y encima tiene etiqueta de monja?), pero me puse a buscar una habilidad, tal como lo hizo Carrie. Imaginé historias sobre como combatir a mis compañeros y empecé a escribir fanfics sobre qué haría si tuviera súper poderes. No voy a negar que en algunas de esas historias llegaba a matar a algunos de mis compañeros que me hacían maldades o  tan siquiera les causaba daño.
Aquello me empezó a levantar. Me gustaban mis historias y poco a poco me daba cuenta que lo mío era escribir. Entonces, fue cuando empecé a no darle importancia a lo que me decían.
Y claro, los libros también fueron un buen refugio, pues aunque me hacían burla por leer mucho, me dieron bastante vocabulario para callarlos. Así que yo recomendaría eso... buscar una habilidad cultivar algo en lo que sea bueno uno, para olvidarse de lo demás y desestresarse.

En conclusión...
En mi opinión personal, se puede abordar mucho más sobre Carrie (el tema del fanatismo religioso visto en la madre tiene mucha tela de donde cortar), pero escogí el Bullying porque fue con lo que más me identifiqué.
Y siento que si alguno fue o es objeto de acoso escolar, Carrie es una aliada para superarlo. Aunque también puede ir para aquellos que no lo han vivido pero son parte de las burlas o sólo miran, pues ayuda a entender qué podemos provocar con nuestras actitudes hacia otras personas.
Y claro, creo que puede convertirse en lectura obligada para adolescentes, en especial ahora que se ha puesto tan de moda esto del acoso escolar... sólo para que vean que puede provocar.



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